Por: Juan Mariano Monasterios Bernal
En el desarrollo de la temporada venezolana en el Ser o
no Ser, de nuestras ferias y fiestas se nos avecina un acontecimiento taurino
de altísimos quilates en todo su contexto, dándole el tratamiento de sumo
respeto al escalafón menor con el mejor festejo de la Feria en Honor de San
José, el cual se confeccionó con un osado concurso de ganaderías venezolanas;
dos hermosos novillos de Laguna Blanca de Don Euclides Sánchez ¡El de echar la
pata palante, con su impetuosa raza ganadera que denota cualidad y calidad en
su refrescada sangre! dos preciosos utreros de Don Juan Campolargo ¡El de las
ilusiones hechas una contundente realidad como líder del escalafón! Y dos
escogidos novillos de San Antonio de Don Edgar Bravo ¡El que atesora la osada
afición por usurpar los terrenos en los grandes carteles! Enmarcados en una
exquisita apetencia por disfrutar de este agarrón ganadero, por parte de la
afición ávida por degustar de este trío de ganaderías venezolanas, las cuales
apostarán fuertemente con sus bravos novillos de lidia ¡Sin pedir, Ni dar
Cuartel! por consumar el ansiado triunfo de cada una de su divisa, ¡Trío
ganadero de apetencias de triunfo rotundo, en las fiestas San Josefinas!
Por delante se abrirá de capa Miguel Tahan “El Jeque” que
en su harem taurino, camella con su ilusión y afición maduradas por el arte de
torear, con denotados destellos de buen torear desde su reaparición novilleril,
destellos fulgurantes de sobrada carga emocional aunada a su concepto de saber
torear, habrá que ver si la exquisitez de sus apetencias las comulga con la
hostia del triunfo, ¡Saliendo a hombros por la mezquita de la puerta grande, en
el coso de Calicanto donde se abriga sus apetecidos sueños!
De las orgullosas tierras irreverentes donde se parió la
juvenil libertad, se apetece un torero de ansias incontrolables por triunfar al
cual mientan Edgar Antonio, de sobradas formas en su raza y, quien sazona el
vuelo de los lances con gusto al torear, para en arrebatados pases desborde las
apetencias de triunfo, por no dejarse ganar la pelea en el ruedo, firmándolo
todo su quehacer con arrojo en banderillas, ¡Degustando en sus apetitoso menú
un caudal inagotable de espartano valor, todo ello augurando en sus apetencias
los aires victorianos por triunfar!
Desde la ciudad del Cabriales se braman las apetencias
carabobeñas, señoras y señores que le nombran Cristian Valencia torero de dinastía donde no cabe otro
adjetivo que el del Triunfo, pese a que aún trajine sus gateares en el arte,
atesora en sus venas la sangre que le hierve hasta desesperarle en con
arrolladora ilusión las apetencias triunfales, provocando los destellos de
afición en sus valientes andares, pariendo con firmeza en sus pasos las ansias
cabrialenses de triunfo, para lo cual ha
venido a este mundo sin temor a equivocarse ¡En un Valencia no cabe otro logro
en sus apetencias, más que la del Soberano Triunfo!
¡Todas
las apetencias por el Triunfo, se Vaticinan en
La
Ciudad Jardín de Venezuela, en la hermosa Maracay Así que!
¡Señoras
y Señores ante Las Exquisitas Apetencias,
Novilleriles
y Ganaderas hay que Llenar
El
Coso de Calicanto para Triunfalmente Acompañarles!
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