El tachirense Cesar Vanegas y el aragüeño
“El Califa de Aragua” hacen el paseíllo junto a los españoles Gabriel Picazo y Esaú
Fernández
Foto: N. Babin
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Por: Giovanni Cegarra
Dejando de lado, lo
conflictivo que desde hace casi dos meses aún se vive en algunos Estados del
interior de Venezuela, incluyendo su Capital, es meritorio reconocer el éxito
taurino de la recién finalizada Centésima Novena Feria de San José, en la que se
ha roto el regionalismo, por demás inequívoco, que ha imperado en lo taurino
venezolano.
Factor predominante en este
adiós al regionalismo taurino, ha sido la Empresa Taurina Agrocasta C.A., que dio
la oportunidad a toreros andinos de alternar con los del centro del país, en la
Maestranza César Girón de Maracay, Estado Aragua, un ejemplo que ojalá sigan,
el resto de Empresas que hacen vida en el mundo del toro venezolano.
Adiós al Regionalismo. Buena
esa. No puede negarse. Mezquinos e insensatos serían quienes se atrevan a decir
lo contrario. Justo reconocer el esfuerzo de Agrocasta, que ahora tras el éxito
de la Feria de San José, se lanza al impulso y rescate de lo taurino en Ferias
Patronales del centro y llano venezolano, tarea no fácil pero tampoco difícil,
que ya arranca en la región llanera, con la organización para el Jueves Santo,
de la Corrida del Nazareno de Achaguas, Estado Apure.
Que no se vaya a
malinterpretar este reconocimiento y apoyo, que le brindo a la Empresa Taurina
Agrocasta. Quienes me conocen, saben de sobra, lo parco que soy al respecto,
que no practico el hala chaqueta y bien
saben que rindo en buena ley, honor a quien honor se merece. Reconozco, sin que
me quede nada por dentro, que en estos tiempos de difícil coyuntura socio política
económica que vive mi país, ha quedado un ejemplo, de que las cosas se hacen
cuando se quieren hacer, se tiene afición y pasión taurina.
Al César lo que es del César
y a Dios lo que es Dios. En la CIX Feria de San José de Maracay, Estado Aragua,
ha sido sepultado el regionalismo que imperó por mucho tiempo en nuestra Brava
Venezolana. En las Empresas Taurinas que existen en el resto país, está el
seguir el ejemplo. La oportunidad de torear debe dársele a todos nuestros
toreros por igual, sin distingos de clase, posición y región, ya sean andinos,
centrales, llaneros o de cualquier parte del país.
Indudablemente que
atravesamos tiempos difíciles en Venezuela, pero ello no implica, que bajemos
la guardia, no demos todo nuestro esfuerzo y voluntad para continuar
manteniendo, fortaleciendo, impulsando, defendiendo la Fiesta Brava y olé.
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